La Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos propuso la creación de nuevos esquemas en la recaudación en México con el objetivo de incrementar los ingresos tributarios, entre ellos recomendó establecer un impuesto sobre las herencias. En México ya en varias ocasiones han intentado establecer este impuesto, en la Ley de Ingresos de la Federación del 2014, se estableció un impuesto al patrimonio por primera ocasión, sin embargo, dicho tributo no se llegó a concretar, han sido también presentadas un par de iniciativas en este sentido de gravar las herencias en México. Entre los argumentos para establecer el impuesto está el hecho de que México es de los países miembros de la OCDE que menos contribuciones recauda, también se argumenta que es una forma de distribuir la riqueza, y que la persona que recibe la herencia incrementa su patrimonio sin haber hecho mérito alguno para obtenerlo. Esta contribución gravaría las herencias, los legados y las donaciones. En varios países ya existe este impuesto, y ha generado algunas situaciones que se tendrían que valorar, por ejemplo, en España, se ha incrementado el número de personas que repudian las herencias al no tener dinero para pagar los impuestos. La propuesta está en el sentido de que no se paguen impuestos por los primeros 10 millones de pesos, y por el resto pagar la tasa del 35% de Impuesto. Una crítica a esto sería que esa herencia o legado ya pago impuestos, es decir la persona que mediante su trabajo adquirido estos bienes tuvieron que haber pagado los impuestos correspondientes. El nuevo gobierno que entrara a partir del 01 de diciembre prometió no subir contribuciones durante su administración, sin embargo, creo que hay que estar muy atentos a este tipo de iniciativas. “Casa de padre, viña de abuelo, y olivar de bisabuelo.” Anónimo.
Autor: Lic. Jaime Dávila Galván.